Existen unas pocas reglas generales:

• Siempre portar un limpio y planchado dobok
• Manos y pies limpios, uñas cortas
• No portar cosas afiladas (p.e. pantalones con cierres)
• No portar joyería
• No tomar, fumar o comer en el dojang
• Ser puntual
• Cuando se entre o se deje el dojang, hacer la reverencia adecuada
• Cuando el instructor explique o enseñe se prestara máxima atención.
• No hablar, a no ser que sea necesario
• Para arreglarse el Dobok se dará la espalda.
• Comportamiento adecuado a menos de 100 mts. del dojang
• El entrenamiento no puede ser interrumpido por personas ajenas al mismo (p.e. padres o espectadores)

   Los mandatos del Taekwondo son utilizados como una guía para el desarrollo moral de los estudiantes y el arte. Ningún estudiante que no haya completamente asimilado estas doctrinas puede llegar a aspirar la maestría de la verdadera esencia de este arte:

• Respeto a tus padres
• Respeto a tus compañeros
• Fidelidad a tu pareja
• Respeto a tus hermanos y hermanas
• Lealtad a tus amigos
• Respeto a tus ancianos
• Respeto a tu instructor
• Lealtad a tu escuela
• Terminar lo que se empieza

   Los mandatos anteriores reflejan en si el espíritu milenario del arte marcial, el cual representa más que una disciplina deportiva, una visión acerca de lo que conlleva la vida (y la muerte).

Conducta fuera del Dojang

   Evitar situaciones problema:

• Camine observando todo lo que acontece EN SU ENTORNO (atención 360º).
• Al identificar una situación sospechosa, EVITELA alejándose o cambiando de dirección.
• Manténgase siempre como mínimo a 20 metros de un sospechoso.
• Evite provocaciones en el tránsito, en bares o discotecas. Eso es señal de Inteligencia y no de Cobardía.
• Durante un asalto, entregue todos los objetos de valor. No hay nada más valioso que la vida.
• Evite toda o cualquier situación que le pueda exponer a “Riesgos Innecesarios”
• Evite las peleas a través de las palabras adecuadas y de salidas simples que incentiven la culminación de la conversación.
• Tomar distancia adecuada de nuestros adversarios a fin de verificar sus movimientos.